Primero fue el terremoto y luego el maremoto. Doblemente afectada resultó la que hoy es la Región de Los Ríos y sus doce comunas. El desastre remeció a todo el territorio, aunque las pérdidas y la percepción de los daños, fue distinta en cada sector.

Hacia 1960 Corral presentaba dos panoramas. Corral Bajo fue arrazado por una ola de doce metros de alto. Corral Alto quedó en el suelo por el terremoto que destruyó entre el 20% y 30% de sus viviendas. Fueron nueve manzanas y mil casas las que dejaron de formar parte del paisaje. Se destruyeron el mulle, los faros y las gruas. Los muertos y desaparecidos fueron cifrados entre 68 y 200 personas. A Niebla también llegó una ola de más o menos quince metros de alto. Se destruyeron 60 casas. Hubo 9 muertos y 12 heridos.

En La Unión se destruyeron 17 casas y fue necesario construir unas 200 para reemplazar aquellas con daños de diversa consideración.

En Los Lagos el panorama fue igual de desolador: 70% de las casas no se pudo volver a ocupar; y Máfil quedó asilado al cerrarse todos los caminos de acceso y la Estación de Ferrocarriles debió ser demolida.

En Neltume el terremoto destruyó el 100% de las casas. Murieron tres personas y otras 15 desaparecieron.

En Panguipulli el 70% de las casas resultaron dañadas, solo un 10% menos que en Río Bueno.

En Valdivia, según el Instituto de Economía de la Universidad de Chile, la construcción predominante era de madera, y la pérdida de viviendas alcanzó al 32% de las casas. Esta situación permitió señalar a la prensa que los daños registrados en esta ciudad fueron superiores a los de cualquier otro lugar.

ESTUDIO DE LOS DAÑOS DE LOS TERREMOTOS DEL 21 Y 22 DE MAYO DE 1960 MEMORIA PARA OPTAR AL TÍTULO DE INGENIERO CIVIL ROBERTO GERMÁN LAZO HINRICHS Universidad de Chile 2008