La gruta milagrosa de Mehuín
El año 1960 encontró a Mehuín consolidado como un balneario donde familias acomodadas de Valdivia y los alrededores habían levantado sus casas de veraneo, varias de ellas muy cercanas a las playas.

El tsunami que secundó al terremoto tuvo en esta localidad costera un impacto dantesco, provocando la destrucción total del poblado, luego de que el mar se internara por unos 8 kilómetros. El saldo habla de 27 muertos, unas 77 casas de veraneo destruidas, así como 112 viviendas de pescadores, cuatro hoteles con capacidad para 150 pasajeros, además de diversos servicios como establecimientos educacionales, oficina de telégrafo, retén y locales comerciales.

Lo único que quedó en pie, además de las estructuras superiores de dos casas veraniegas y la Hostería Millalafquén, fue la gruta de la Virgen de Lourdes, ubicada a tan solo 100 metros de la Playa Grande. Según relatos de lugareños, en ella se salvaron algunas personas –se habla de siete- y también animales, dado que el agua detuvo su carrera justo antes de alcanzarla, regresando a su sitio habitual.

Este hecho causó extrañeza y revuelo en su momento, siendo calificado por la comunidad como un milagro, lo que contribuyó a reforzar la devoción religiosa. En específico, en relación a la festividad que tiene lugar cada 11 de febrero, la cual se inició en 1945 con la instalación de una imagen de la virgen en una cavidad natural en roca viva. Esta figura fue donada por la sanjosina Leontina Becerra como parte de una manda por la salud de sus padres, estableciéndose la gruta con la colaboración de Ana Henríquez, benefactora local y esposa de Maximiliano Arrau, uno de los fundadores del balneario.

El santuario fue bendecido por el obispo de la Araucanía, Guido Beck de Ramberga, el 11 de febrero de 1945.

El lugar es foco de una masiva celebración a la Virgen de Lourdes, la que considera una procesión nocturna desde San José de la Mariquina a Mehuín, donde los fieles recorren a pie los 28 kilómetros que separan ambas localidades. Esto, con el objetivo de alcanzar la gruta para pedir la intervención de la virgen o pagar mandas con donaciones de dinero o encendiendo velas. Eso sí, la imagen que corona la gruta actualmente no es la original encargada por Leontina Becerra.

Actualmente este recinto sagrado es lo único que se mantiene en pie en cuanto a construcciones previas al terremoto, ya que la Hostería Millalafquén fue consumida por un incendio. Luego del terremoto y tsunami, este hospedaje fue clave para la recepción de ayuda para los mehuinenses, gracias a un improvisado helipuerto.