La Gloria en Isla Cochinos
En Ancud, al norte de Chiloé, el terremoto del 21 de mayo acaecido en Concepción alertó a muchas personas, quienes como una medida de protección decidieron refugiarse en botes, en la bahía ancuditana.

Según relatos de la época, la lancha de Carabineros bautizada como Gloria, se encontraba remolcando estos botes cuando ocurrió el megaterremoto del domingo 22 de mayo. Con el posterior retroceso del mar, la embarcación policial habría quedado varada entre el cerro Gaiguén y la Isla Cochinos, siendo azotada violentamente y envuelta por la primera ola del tsunami, naufragando.

Otras fuentes plantean que la lancha regresaba desde una emergencia, luego del siniestro de un barco liberiano encallado en la isla Doña Sebastiana, a unas 10 millas de Ancud. En el trayecto, los funcionarios de Carabineros se percataron del sismo al ver los movimientos turbulentos del océano y el derrumbe de farellones costeros. Así lo testimonia el coronel (R) Pedro Torres, quien indica que regresaron ansiosos a puerto, en donde desembarcaron sin notar ningún movimiento inusual en el mar. No obstante, un grupo de unas 60 personas buscaría refugio en la lancha, la que fue arrollada hasta la desembocadura del río Pudeto, frente a Isla Cochinos, falleciendo todos sus ocupantes, excepto una mujer y dos niñas que fueron arrojadas sobre las tocas de la isla y pudieron ser rescatadas al día siguiente.

La Gloria fue la primera lancha de una serie que construiría Carabineros, con la misión de actuar como una Tenencia Flotante. Durante cuatro años cumplió su cometido en los canales chilotes, hasta el día del desastre que junto con la larga lista de fallecidos inscribió también un nuevo mártir para la institución (el N° 428) en la figura del cabo José Vergara. Se testimonia que nunca abandonó su puesto de motorista de la embarcación, ni siquiera cuando la Gloria varó entre la isla Cochinos y Ancud, momento en que los tripulantes corrieron hacia la isla. Posteriormente cuando vino la segunda gran ola desapareció la nave, con el cabo en su interior. Días después el cuerpo del carabinero fue hallado en la playa de Huicha, cerca de Ancud, junto a los retazos de su uniforme.