Han llegado cartas
La marca del terremoto estuvo también presente en las cartas que se enviaron desde la zona afectada al resto de Chile y fuera de las fronteras, y también en varias otras que circularon por el mundo. Si bien todo indica que no se emitió un sello postal alusivo a la tragedia, el correo tuvo un papel destacado en este trance. Así, una de las primeras medidas relativas a la reactivación de las comunicaciones fue la liberación de franqueo postal y telegráfico desde las regiones devastadas, por un periodo de 30 días. Esto quiere decir que la circulación de las cartas fue gratuita y no fue necesario comprar y pegar una estampilla en cada sobre.
En este contexto, varios particulares, que eran parte del activo y organizado movimiento filatélico que florecía en el sur, en ciudades como Concepción, Valdivia y Osorno, imprimieron sobres alusivos para la correspondencia y también emitieron sobrecargas de valores, como lo hizo el Centro Filatélico de Valdivia. Esto, para el caso de la serie del Cuarto Centenario de Valdivia, el sello de la Exposición Filatélica Nacional y el del Centenario del Instituto Alemán de Valdivia, incorporando la llamada de auxilio "S.O.S." en color negro y un timbre en rojo.
Ante esto, el 27 de julio de 1960 dictó una circular para que las oficinas de correos rechazaran la correspondencia franqueada con estos sellos no autorizados.
A nivel internacional, Argentina lanzó 700 mil series de dos estampillas con sobretasas a favor de los afectados por la catástrofe, esto en septiembre de 1960. Un diseño presenta el seibo, flor nacional trasandina, y el otro muestra el copihue, su símil chileno. España hizo lo propio en abril de 1961, con la emisión de cuatro sellos con sobretasa en beneficio de los damnificados, los que bajo la frase “España a Chile” muestran a Pedro de Valdivia, José Toribio Medina, Alonso de Ercilla y Gabriela Mistral. El tiraje fue de unos nueve millones de ejemplares, sin que tuvieran, no obstante, la acogida esperada, ya que el sobrecargo era muy elevado, duplicando el costo del franqueo.
En este contexto, varios particulares, que eran parte del activo y organizado movimiento filatélico que florecía en el sur, en ciudades como Concepción, Valdivia y Osorno, imprimieron sobres alusivos para la correspondencia y también emitieron sobrecargas de valores, como lo hizo el Centro Filatélico de Valdivia. Esto, para el caso de la serie del Cuarto Centenario de Valdivia, el sello de la Exposición Filatélica Nacional y el del Centenario del Instituto Alemán de Valdivia, incorporando la llamada de auxilio "S.O.S." en color negro y un timbre en rojo.
Ante esto, el 27 de julio de 1960 dictó una circular para que las oficinas de correos rechazaran la correspondencia franqueada con estos sellos no autorizados.
A nivel internacional, Argentina lanzó 700 mil series de dos estampillas con sobretasas a favor de los afectados por la catástrofe, esto en septiembre de 1960. Un diseño presenta el seibo, flor nacional trasandina, y el otro muestra el copihue, su símil chileno. España hizo lo propio en abril de 1961, con la emisión de cuatro sellos con sobretasa en beneficio de los damnificados, los que bajo la frase “España a Chile” muestran a Pedro de Valdivia, José Toribio Medina, Alonso de Ercilla y Gabriela Mistral. El tiraje fue de unos nueve millones de ejemplares, sin que tuvieran, no obstante, la acogida esperada, ya que el sobrecargo era muy elevado, duplicando el costo del franqueo.
