La respuesta gubernamental frente a la catástrofe fue criticada por su lentitud, lo que habría tenido su origen en la falta de información desde la zona devastada, esto no solo como producto de la destrucción de las vías de comunicación. Al menos en el caso de Valdivia, se plantea el hecho de que el intendente de la época, Víctor Kunstmann, no habría informado de inmediato la real magnitud del desastre en la zona al nivel central.

El primero representante del Gobierno central en llegar a Valdivia fue justamente un valdiviano, el ministro de Agricultura, Jorge Saelzer. Luego arribarían a la zona otros secretarios de Estado, como Sótero del Río, ministro del Interior; Julio Philippi, de Economía, y Pablo Pérez, de Obras Públicas.

A pesar de que se había anunciado también un viaje del Presidente Jorge Alessandri a Valdivia, éste recién se produjo en diciembre, ocasión que aprovechó igualmente para visitar Chiloé, otro rincón del país en donde sus habitantes se habían sentido dejados de lado por el apoyo oficial. De su visita a Castro se cuenta la anécdota de que luego de arribar al aeródromo Gamboa, fue acompañado por una caravana de autos por la ciudad, lo que generó molestia en el Mandatario debido al polvo que se levantaba, esto debido a que Alessandri habría sido alérgico. Así, pidió a Carabineros que prohibiera la circulación de tantos vehículos. Sin embargo, a su regreso al aeródromo para abordar el avión LAN que lo llevaría a Quellón, nuevamente fue seguido por una caravana, lo que aumentó su molestia.