El Canelos
Madera, harina y surtidos. Esta era en gran medida la carga que se trasladaría desde Corral hacia el norte en el vapor Canelos. La embarcación había llegado a la comuna puerto el 16 de mayo de 1960. Era propiedad de la naviera Haverbeck & Skalweit y era comandada por el capitán Ernesto Lavallero.
En su bitácora, el principal responsable de la embarcación, dejó cuenta de lo ocurrido seis días después de su llegada al puerto. Según explica, a las 15:12 horas dio la orden de alistar máquina al sentir fuertes movimientos telúricos. A las 15:30 horas se encienden las alarmas frente al anormal comportamiento de la marea. Entre las 15:50 y 17 horas el Canelos es azotado por la furia de un tsunami que cubre el muelle y calles adyacentes. El mar se recoge hasta 800 metros. A esa hora el piloto segundo Harold Weller, que se encontraba de guardia, advierte que el nivel del mar baja hasta un metro en solamente 120 segundo.
A las 17:10 horas, olas de hasta diez metros de altura revientan sobre la cubierta de botes; treinta minutos más tarde el vapor es arrastrado hacia el interior del río Valdivia.
Fueron tres horas de lucha que terminaron con la embarcación hundida. Actualmente, aún es posible ver parte de su estructura desde la ruta que une Valdivia y Niebla. En 2010, los restos fueron declarados Monumento Histórico y Patrimonio Subacuático por el decreto 36.495 del Ministerio de Educación.
En su bitácora, el principal responsable de la embarcación, dejó cuenta de lo ocurrido seis días después de su llegada al puerto. Según explica, a las 15:12 horas dio la orden de alistar máquina al sentir fuertes movimientos telúricos. A las 15:30 horas se encienden las alarmas frente al anormal comportamiento de la marea. Entre las 15:50 y 17 horas el Canelos es azotado por la furia de un tsunami que cubre el muelle y calles adyacentes. El mar se recoge hasta 800 metros. A esa hora el piloto segundo Harold Weller, que se encontraba de guardia, advierte que el nivel del mar baja hasta un metro en solamente 120 segundo.
A las 17:10 horas, olas de hasta diez metros de altura revientan sobre la cubierta de botes; treinta minutos más tarde el vapor es arrastrado hacia el interior del río Valdivia.
Fueron tres horas de lucha que terminaron con la embarcación hundida. Actualmente, aún es posible ver parte de su estructura desde la ruta que une Valdivia y Niebla. En 2010, los restos fueron declarados Monumento Histórico y Patrimonio Subacuático por el decreto 36.495 del Ministerio de Educación.
